12 de octubre de 1492; al mediodía, los europeos pisaron las
costas de la isla Guanahani, a la que Colón bautizó como San Salvador. El
propio almirante describió, después de haber clavado una gran cruz en el suelo
arenoso: "...todos, habiendo dado gracias a Nuestro Señor, nos
arrodillamos en la playa, besamos la tierra entre lágrimas de alegría por la
inconmensurable gracia de haber llegado a ella..."
Los recién llegados quedaron maravillados con la vista que tenían frente a ellos: enormes plantas tropicales, aves de múltiples colores y unos habitantes que no se parecían en nada a los descritos por los viajeros que habían estado en Cipango (Japón)
El primer contacto entre los aborígenes y Colón aparentemente fue pacífico, los primeros estaban temerosos y con una gran curiosidad, los europeos sentían que habían triunfado. Hubo intercambio de regalos y pronto los españoles decidieron buscar un lugar adecuado para fundar el primer poblado español en las Indias. El lugar elegido fueron las islas de Cuba y Haití, donde fue fundado el Fuerte Navidad, con los restos de la Santa María, que se había estrellado contra un grupo de rocas.
Según creía Colón, Cuba correspondía al Japón y todas las islas avistadas formaban parte del archipiélago asiático; pero, más bien Guanahani era, sin lugar a dudas, una de las islas del archipiélago de las Antillas, concretamente de las Bahamas. Sin embargo, la identificación exacta de la isla a la que llegara Colón es materia de debate.
El dominio español de América comenzó cuando la Corona española incorporó a su patrimonio estos extensos territorios del continente americano y a los pueblos que los habitaban, dando origen así el vasto Imperio Español.
Los recién llegados quedaron maravillados con la vista que tenían frente a ellos: enormes plantas tropicales, aves de múltiples colores y unos habitantes que no se parecían en nada a los descritos por los viajeros que habían estado en Cipango (Japón)
El primer contacto entre los aborígenes y Colón aparentemente fue pacífico, los primeros estaban temerosos y con una gran curiosidad, los europeos sentían que habían triunfado. Hubo intercambio de regalos y pronto los españoles decidieron buscar un lugar adecuado para fundar el primer poblado español en las Indias. El lugar elegido fueron las islas de Cuba y Haití, donde fue fundado el Fuerte Navidad, con los restos de la Santa María, que se había estrellado contra un grupo de rocas.
Según creía Colón, Cuba correspondía al Japón y todas las islas avistadas formaban parte del archipiélago asiático; pero, más bien Guanahani era, sin lugar a dudas, una de las islas del archipiélago de las Antillas, concretamente de las Bahamas. Sin embargo, la identificación exacta de la isla a la que llegara Colón es materia de debate.
El dominio español de América comenzó cuando la Corona española incorporó a su patrimonio estos extensos territorios del continente americano y a los pueblos que los habitaban, dando origen así el vasto Imperio Español.
Para ello, se debió someter a varias culturas originarias que ya estaban establecidas en el año 1492, cuando los exploradores españoles llegaron a tierras americanas. En los aspectos más negativos de su dinámica colonial, el Imperio español, para sostenerse frente a otras potencias europeas, despobló España, enviando hombres a conquistar el Nuevo Mundo; y consumió las riquezas (oro y plata americanos llevados a España desde América) y que España utilizó para pagar las deudas contraídas con otras naciones europeas. Como cita el autor Eduardo Galeano en su libro “Las venas abiertas de América Latina”: “España tenía la vaca, pero otros tomaban la leche”. La conquista de América fue para España fuente de metales preciosos y materias primas para pagar a sus acreedores de Europa.
Por otro lado, y al principio de este choque de civilizaciones, algunos historiadores arrojan cifras de mortalidad de 90 millones de aborígenes, en su mayoría por enfermedades. Por estas razones, diversos estudiosos, países y organizaciones indígenas reclaman el reconocimiento de un genocidio.
Además del beneficio económico que significó la conquista de los nuevos territorios; América proveyó a Europa de una serie de productos agrícolas que en el resto del mundo no se conocían y cambiaron radicalmente la gastronomía de los diferentes pueblos del mundo. Productos como el maíz, el tomate, -que se volvería fundamental en la cocina italiana-, la papa, la yuca, la vainilla, el chile, - que se volvió esencial en la comida tailandesa e india- , el tabaco, el cacao y el chocolate, técnicas de entretejido textil , el caucho ("cautchuc", impermeable en maya) y el látex, son netamente americanos.
Por otro lado, y al principio de este choque de civilizaciones, algunos historiadores arrojan cifras de mortalidad de 90 millones de aborígenes, en su mayoría por enfermedades. Por estas razones, diversos estudiosos, países y organizaciones indígenas reclaman el reconocimiento de un genocidio.
Además del beneficio económico que significó la conquista de los nuevos territorios; América proveyó a Europa de una serie de productos agrícolas que en el resto del mundo no se conocían y cambiaron radicalmente la gastronomía de los diferentes pueblos del mundo. Productos como el maíz, el tomate, -que se volvería fundamental en la cocina italiana-, la papa, la yuca, la vainilla, el chile, - que se volvió esencial en la comida tailandesa e india- , el tabaco, el cacao y el chocolate, técnicas de entretejido textil , el caucho ("cautchuc", impermeable en maya) y el látex, son netamente americanos.
Debido a la lógica unilateral de la dominación colonial, se han perdido varios avances técnicos desarrollados por las culturas precolombinas como las técnicas de gestión ecológica del medio ambiente (incendios controlados, «terra preta» que es un tipo de suelo modificado por el hombre, como resultado quizá de sus asentamientos, en los que la mezcla de nutrientes orgánicos, microorganismos, restos de cerámicas y carbón vegetal produjeron un tipo de suelos sumamente fértiles, por la actividad de las culturas indígenas, quienes también habían avanzado en el mejoramiento genético de plantas y animales), técnicas hidráulicas, ingeniería antisísmica, astronomía, técnicas para calendarios, matemáticas, escritura, técnicas de trabajo metalúrgico, etc.
Por ejemplo, los mayas tenían un jeroglífico para el cero, lo que demuestra que las civilizaciones mesoamericanas desarrollaron unas matemáticas avanzadas. Su utilización condujo a los religiosos españoles a mejorar el calendario gregoriano.
Como vemos, las culturas precolombinas habían alcanzado un conocimiento superior en varios aspectos. Basta observar el legado técnico artístico en la edificación de sus templos, palacios, esculturas, pinturas e importantes industrias como el tejido, la orfebrería. A través del análisis iconográfico podemos leer un alto desarrollo de conocimientos científicos y manifestaciones artísticas, lúdicas y deportivas como el teatro ritual, la poesía épica, lírica, así como la existencia de tipos de organización social muy avanzados.
Muchos de los elementos culturales que hoy reconocemos como avances admirables de su intelecto fueron destruidos por ser propios de gente “ endemoniada” según los conquistadores . Todas sus “cosas “las consideraban supersticiones indignas de la religión cristiana que ellos profesaban (en ese tiempo todo lo veían a través del prisma de la religión ). Se les prohibió hablar en su propia lengua. Es así como estas culturas fueron cortadas de un tajo, pero lo que más les interesaba, el oro y la plata, eso sí no “era de los demonios” y así empezaron a llevarse todas sus riquezas hasta el día de hoy. Los museos del mundo están llenos de piezas arqueológicas de un infinito valor que refleja una riqueza de creatividad admirable. “Sólo en el Museo de Alemania (antes Occidental) hay más de 80. 000 objetos del área andina.
En fin, la cultura occidental jamás habría sido igual sin los recursos naturales y culturales que proveyó América Precolombina a la cultura universal, por lo que en esta importante fecha, conviene reflexionar en estos aportes y valorar el inmenso legado de América al mundo entero.
Por ejemplo, los mayas tenían un jeroglífico para el cero, lo que demuestra que las civilizaciones mesoamericanas desarrollaron unas matemáticas avanzadas. Su utilización condujo a los religiosos españoles a mejorar el calendario gregoriano.
Como vemos, las culturas precolombinas habían alcanzado un conocimiento superior en varios aspectos. Basta observar el legado técnico artístico en la edificación de sus templos, palacios, esculturas, pinturas e importantes industrias como el tejido, la orfebrería. A través del análisis iconográfico podemos leer un alto desarrollo de conocimientos científicos y manifestaciones artísticas, lúdicas y deportivas como el teatro ritual, la poesía épica, lírica, así como la existencia de tipos de organización social muy avanzados.
Muchos de los elementos culturales que hoy reconocemos como avances admirables de su intelecto fueron destruidos por ser propios de gente “ endemoniada” según los conquistadores . Todas sus “cosas “las consideraban supersticiones indignas de la religión cristiana que ellos profesaban (en ese tiempo todo lo veían a través del prisma de la religión ). Se les prohibió hablar en su propia lengua. Es así como estas culturas fueron cortadas de un tajo, pero lo que más les interesaba, el oro y la plata, eso sí no “era de los demonios” y así empezaron a llevarse todas sus riquezas hasta el día de hoy. Los museos del mundo están llenos de piezas arqueológicas de un infinito valor que refleja una riqueza de creatividad admirable. “Sólo en el Museo de Alemania (antes Occidental) hay más de 80. 000 objetos del área andina.
En fin, la cultura occidental jamás habría sido igual sin los recursos naturales y culturales que proveyó América Precolombina a la cultura universal, por lo que en esta importante fecha, conviene reflexionar en estos aportes y valorar el inmenso legado de América al mundo entero.